Todas las aventuras tienen un principio, la mía también.
Aunque la verdad, no se por dónde empezar...
Llegué a Japón un 21 de septiembre de 2007, después de 5 horas de retraso, de inerminable espera en el aeropuerto de París donde hacía escala. Llegué tarde, cansada, con mi maleta nueva medio rota y mi espalda también.
Quizá este fuera el principio de todo, pero quizá también lo fuera ese 6 de marzo, cuando llegué directamente desde Pekín después de toparme con la estricta burocracia china, o quizá fue ese 7 de julio, San Fermín, tan español, cuando aterricé por segunda vez para arreglar mi futuro en Tokyo…
Tanto en la primera, en la segunda como en la tercera visita, todas tienen algo en común: mi estancia en un albergue en el viejo barrio de Asakusa.
El barrio de Asakusa es el corazón del viejo Tokyo, allí todavía está vivo el espíritu de la época Edo. Allí se establecieron los teatros de Kabuki y también fue allí donde con la apertura del país con la restauración Meiji, se instalaron los primeros cines, locales de strip-tease, ópera, etc. Y allí es donde actualmente “se dice, se cuenta, se rumorea” que la mafia japonesa, los Yakuza, frecuentan los sushi-bar, los restaurantes, izakayas (tabernas japonesas), etc.
(¿Un sake calentito antes de ir a la oficina?)
En la actualidad Asakusa es un barrio comercial donde se pueden comprar todo tipo de recuerdos para toda la familia, visitar templos, pasear bajo los cerezos a la orilla del río Sumida… La zona que más llama la atención a propios y extraños es la de la puerta Kaminarimon,
(Hay que enseñar a los
japoneses a decir ¡P-A-T-A-T-A!)
La calle Nakamise-douri que nos conduce hasta el templo más grande, el Sensou-ji y donde ha decenas de puestecitos para comprar miles de regalos típicos japoneses. Al final de la calle se encuentra el Hozomon, la puerta que nos conduce directamente a la zona principal del templo Sensou-ji.
(Houzou-mon)
(¿Hay espacio para otro chiringuito?)
(Sensou-ji) Otra cosa de Asakusa es que es un sitio muy turístico no solo para los extranjeros. Los propios japoneses visitan mucho esta zona del viejo Tokyo, para ir a rezar al templo, para comprar souvenirs, comer en los típicos restaurantes de la zona donde se puede comer en la calle como antes...También, en verano hay festivales como el que había cuando fui en verano, en julio. Era una fiesta en la que había flores de color naranja y campanillas para el viento. Video y foto para que veáis que Asakusa está llenito de gente a todas horas.
(estas flores tiene pulgones...)
(mami, me guardas los peces en el yukata)
(¿Te hace un pescadito frito, cariño?)
Para todos aquellos que queráis alojaros en un lugar agradable, tranquilo y a barato, no dudéis en acercaros al albergue Sakura ( http://www.sakura-hostel.co.jp/spanish/ ). Allí conoces a mucha gente maja como me pasó a mí con los chicos españoles que conocí esta última vez que he estado: Manuel, Manolo, David…Ahí pongo una foto de aquellas noches en la sala del albergue. Chicos, os prometí que os incluiría en el blog, y aquí está. Os espero en vuestra próxima visita.
(¿Publicidad de pasta de dientes?)
Bueno, aquí os dejo mi primera entrada en el blog. Es la primera vez que hago un blog, y no se cómo me quedará... Ya sabéis, escribidme vuestros comentarios, opiniones, dudas, sugerencias y todo lo que se os ocurra, siempre que sea bueno ;-)