sábado, 17 de noviembre de 2007

Un fin de semana por Nagoya

Una de las mejores cosas que me han pasado este mes ha sido poder disfrutar de una escapada de fin de semana. Pero ésto no ha sido lo mejor. Lo mejor de todo es que he podido hacerlo gracias a Rie, quien me invitó, me cuidó y me trató de maravilla.

¡Muchas gracias, Rie!

Bueno, al lío. Nagoya es la cuarta ciudad más grande de Japón y la capital de la prefectura de Aichi. Nagoya, es una ciudad industrial, centro de comunicaciones y negocios. El castillo de Nagoya es uno de los principales puntos de interés.


(Bonitos...tejados, ¿no?)


El castillo de Nagoya es el orgullo de la ciudad, pues fue construido por Tokugawa Ieyasu, de los Tokugawa de toda la vida, fundador de la dinastia militar que gobernó hapón hasta finales del XIX. El caso es que este fue uno de los tres sogunes que unificó Japón allá por el siglo XVI. Entonces este castillo es un símbolo y más lo es Shachihoko, el pescado de oro del tejado, que os enseño en el detalle de la foto:


(Pa' fijarse con lupa)



Premio para los observadores que han visto que esta foto es la misma solo que recortada. Para que veáis otras tomas del castillo os dejo estas fotos:




(¡Pero qué sonriente estoy!)


Ahora es cuando destripo la historia y os cuento que el castillo es todo de mentira, que fue reconstruido en los años 50 en hormigón armado, porque en la Segunda Guerra Mundial lo mandaron a freir espárragos lo menos . Pero esta reconstrucción permite hacerse una idea de cómo se construía por aquel entonces y el esplendor de aquellos años.


Otra cosa que disfruté haciendo con Rie en Nagoya fue la experiencia de bañarme en un onsen (aguas termales/balneario japonés) por primera vez. No se muy bien dónde estaba ni cómo se llama, porque yo me dejé llevar...pero el resultado fue maravilloso.


El onsen estaba en las montañas donde una fina lluvia caía llenando el paisaje con una bruma mágica...¡viva la poesía barata!

Después de disfrutar de un baño maravilloso nos fuimos a comer. ¡Qué manera de comer! Todo eran comidas nuevas e interesantes. Gracias a las instrucciónes de Rie lo comí todo en el orden que había que hacerlo, y todo estaba delicioso, sobre todo esto que aperece en primer plano, que es como un pescado que no me se el nombre pero que es muy sabroso y fino al paladrar.


(¡Pito, pito; gorgorito....)


(...esconde la mano que viene la vieja!)



Tiene buena pinta, ¿no? Esta es la pinta del paisaje que se veía desde donde estábamos degustando los deliciosos manjares:

(¿Plantamos el Belén aquí este año...?)


(Preparados, li stos....¡ya!)


Por el momento creo que os haréis una idea de lo bien que lo pasé en Nagoya, y de lo mejor es que pude pasar un rato divertido con Rie, hablar de nuestras cosas y reirnos mucho. Además escapé de Tokyo durante dos días, que es de agradecer de vez en cuando.


2 comentarios:

Mr Rabbit dijo...

Wow!!! Tú de fin de semana en Nagoya y yo con un virus estomacal y una gripe del carajo... Ains!quién pudiera!!! Se te ve muy feliz en las fotos, claro, con ese pescadito y de descanso en el onsen quién no (bueno, yo a lo del pescado, a menos que sea atún, no me apunto, ya lo sabes). El sitio parece precioso. Me alegro de que hayas tenido unos días de descanso y relax para hacerte una escapadita. Tú vete estudiándote todos los sitios interesantes para que cuando ahorre un poco (es decir, dentro de unos cuantos años), me lleves a visitarlos todos.

Sigue pasándolo bien y aprendiendo un montón, y, sobre todo, disfruta y sé feliz, que te lo mereces.

Muchos besitossss.

Ana dijo...

Muchas gracias Julia,
Ya sabes que mi casa siempre está abierta para tí guapetona (como mi corazoncito, snif, snif), como en China, lo bien que lo pasamos.
Tengo muchísimas ganas de verte prontito y de contarte y compartir todo esto que estoy viviendo.
Un besito muy grande,
Ana