miércoles, 9 de marzo de 2011

Senkaku-ji o las tumbas de los 47 Ronin

¿Quién no conoce la historia de los 47 Ronin?

Vale, he de decir que yo no la conocía hasta que intenté ver una película de Mizoguchi. Finalmente decidí leer algunos cuentos y leyendas japonesas acerca del tema (después del fracaso del intento de ver la peli) y fue así como más o menos conocí la historia de estos Ronin.

Primero hay que explicar la diferencia entre un samurái y un ronin. Un samurái es un guerrero que pertenece a la casa de algún señor feudal (durante la edad media japonesa). Un ronin es un samurái que ya no tiene señor, bien porque la ha liado parda y ha perdido su favor, bien porque han matado a este señor o despojado de su título, etc.

Resumiendo hasta el absurdo y para verlo en pocas líneas: la leyenda de los 47 Ronin es una narración (con cierto rigor histórico) acerca de lo que debe ser la fidelidad de un samurái para con su señor (Daimyo) y un vivo ejemplo del código de honor japonés, el Bushido. Si queréis conocer más acerca de la leyenda, en la wikipedia podéis curiosear en profundidad.

La parte que me toca a mí en todo esto es que, en Tokyo, cerca de la estación de Shinagawa, hay un templo en el que están enterrados los cuerpos de estos 47 valerosos señores. Y allí que me fui a verlo, porque: templo + leyenda = gustazo asegurado...


La entrada al templo

Bonito contraluz...

Intentado que quede tó bonito...

El nombre del templo es Senkaku-ji y es un recinto bastante amplio (para lo que suelen ser lo templos dentro de Tokyo). Tiene un gran patio a la entrada, varios edificios destinados a los monjes que allí viven, y a la izquierda, subiendo por unas escaleritas se llega al cementerio. Antes de empezar a subir por las escaleras, se encuentra uno esta cosa tan curiosa:


Suikinkutsu
El agua goteando hacia el fondo de la vasija
produce ecos y suena como un koto (arpa japonesa).
Este artilugio fue creado por un jardinero
durante la época Edo.


No encuentro un video que tengo del momento, pero era muy divertido verter el aguita por el agujero y que sonara algo parecido a pajaritos.


Finalmente se llega a la zona previa al recinto funerario donde están los ronin. Allí se puede encontrar una tienda para comprar incienso para las ofrendas y rezos a los difuntos (carillo el tema, por cierto), y este plano con explicación de quién es quién.


Me pareció todo muy curioso, porque normalmente en los cementerios de los templos, no todas las tumbas están bien cuidadas y menos todavía, que todas tengan incienso.





Bueno, pues espero que os haya gustado el post. A mí me ha encantado retomar el blog. Lo que ya no puedo asegurar es si voy a poder tener mucha continuidad, porque con la "mala" vida que gasto por aquí, no tengo tiempo para nada.

Un abrazo para todos.

lunes, 7 de marzo de 2011

Hace casi un año

Hace casi un año que regresé a Japón para hacer una investigación en Patrimonio histórico. Y hace más de seis meses que regresé a España para estar donde quería estar y con los que me necesitaban.

Estos últimos meses, entre unas cosas y otras, han sido complicados y difíciles, por eso no he podido y tampoco he tenido fuerzas para escribir. Así que con motivo de este primer aniversario del regreso, he decidido seguir contando algunas historias que aún quedan en el tintero.

¿Empezamos? (^_^)