martes, 29 de julio de 2008

Un día redondo sin planearlo....

¡Buenas!
¿Cómo va el veranito? Espero que bien y no os estéis cociendo demasiado. Aquí en Tokio no pasamos de los 33-34 grados, pero si a eso le sumas la humedad la situación cambia bastante. Sin olvidarnos de los los mosquitos caníbal y las cucarachas como aviones y las chicharras ensordecedoras que ahora empiezan a cantar... Pero ya sabéis: sarna con gusto no pica.

Una amiga me llamó en mi día libre y me invitó a pasar el día en la playa, y al anochecer habría un pequeño festival y unos fuegos artificiales. Por supuesto, no pude resistirme. Así que así sin más me planté en la playa, en un lugar de cuyo nombre, no es que no quiera, es que no puedo acordarme, pero estaba más o menos cerca de Kamakura.
Total que como no había preparado nada de nada para la playa (toalla, bikini, protector solar, pues tomé una buena decisión: no salir del chiringuito.




Después, según iba pasando el día y después de unas cuantas cervezas, coca-colas y otros refrescos, fuimos a la cala donde serían los fuegos artificiales, todo después de pasar por los puestos de la feria para hacer acopio de víveres (¡aquí los fuegos artificiales duran más de una hora!). Así estaba cuando llegamos:



El otro día comentando con una amiga las dos estábamos de acuerdo en una cosa sobre Japón. Aquí las puestas de sol son increíbles. Pensaba que los amaneceres serían mejor, pero eso del país del sol naciente, pues sí, la fama...pero nada como las puestas de sol. No es que sea una o dos, son todos los días. Mirad esta:



Increíble, ¿que no? A mí me encantó. Después del espectáculo natural, comenzó el "artificial". Siento que las fotos no sean demasiado buenas, pero es que el móvil no me da para más. Salí de casa con lo puesto sin saber que acabaría viendo este montón de cosas...



Pero sin duda lo que más me gustó de los fuegos fue que, como los tiraban desde el mar, había fuegos artificiales especiales para el agua. No me lo podía creer, eran unos fuegos que, al entrar en contacto con el agua, explotaban y saltaban del agua. La foto es más bien mala pero echadle un ojo.

Y poquito más, solo que espero que os lo hayáis pasado bien mirando las fotillos y que disfrutéis un poquito conmigo el verano japonés. Que os echo de menos un montón. Un beso y un abrazo muy fuertes para mi tía Elisa y mi tío Ramón y mis primos Ramón y José Félix, que se que me leéis mucho y sois unos grandes seguidores. Os quiero un montón.
¡Hasta pronto!

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