lunes, 29 de septiembre de 2008

El museo Edo-Tokio

Buenas,

Hoy tenemos un especial de museos: El Museo Edo-Tokio. Un museo muy salao que nos cuenta la historia de Edo y Tokio... pero las dos cosas son lo mismo, porque Edo es el nombre antiguo de la ciudad de Tokio, entre los años 1600 y 1868, más o menos, cuando se estableció el shogunato de los Tokugawa. Aunque el famoso Castillo de Edo ya estaba construido desde el siglo XV...


Este museo no tiene muchas piezas importantísimas por su valor histórico o cultural, pero está muy bien planteado como museo temático y educativo. Tiene un montonazo de maquetas y reconstrucciones para hacernos a la idea de cómo era Tokio en esos años, pero en diminuto...muy salao, ¿verdad?


También tienen dentro del museo un montón de instalaciones y artilugios típicos de la época donde podemos experimentar cómo se vivía en aquellos momentos...y eso era super divertido. Os dejo ahí una fotillo para que veáis que me lo pasé como una niña con zapatos nuevos...



Y un mapa de Edo, que era un poco como Venecia, con un montón de canales que llevaban a cualquier parte de la ciudad. Y una cosa muy curiosa, en el siglo XVIII Edo era la ciudad más poblada del mundo con más de un millón de habitantes...


Pues nada más por hoy, un post pequeñito pero muy educativo. ¿Os ha gustado la lección de historia?

¡Hasta pronto!

4 comentarios:

Berekar dijo...

Esta muy bien el museo,me recuerda a uno que vi hace tiempo,pero no recuerdo donde...y ya que estoy en ello aprovecho para comentar tambien tu anterior post;desde luego fantasticos los lugares que hay por alli,esas fueron de las mejores fotos que he visto aqui(eso claro,teniendo en cuenta que todo es fantastico).Bueno,nos vemos !y ojala pudieras actualizar tan seguido como los dos ultimos!

Anónimo dijo...

El relato y las fotos estan espectaculares.

Saludos desde Japon.

Anónimo dijo...

La de cosas que estoy aprendiendo con tus post... ¡Muchas gracias! Las imágenes muy bonitas, las de la catarata del post anterior son preciosas.
Venga besetes y hasta tu próximo comentario.

Anónimo dijo...

Aprendemos mucho contigo. Que envidia más sana...