Un día de nieve en Tokio

Hoy me he despertado con un mensaje de mi amiga Nieves donde me decía que me abrigara, que hacía un frío del demonio. Hacía varios días que habían pronosticando nieve. En ese momento estaba dentro del futón como un oso hibernando pero, de repente, caí en la cuenta..¿Estaría nevando? Me levanté...bueno, mejor dicho, me arrastré por el tatami hasta la ventana, la abrí y

...me quedé congelada...

...y volví a la cama...

estaba cayendo una buena nevada.

Pero entonces no lo pude evitar, me puse los pantalones de pana, los calcetines calentitos, las botas de montaña y ¡ala!, a pasear por la ciudad bajo la nieve y echar fotos como una loca y a coger frío.

La primera foto que tomé fue de mi barrio. Muchos me habéis preguntado cómo es donde vivo, y por fin puedo enseñároslo bajo la nieve.

Mi casa está en el bloque de casas donde está el cubo de basura...

el mini prado al lado de casa...

Después, camino de la estación, hoy a pie porque me daba miedo coger la bici y desmorrarme, he tomado alguna foto más: una cruzando la calle ancha que hay a medio camino entre mi casa y la estación; y la otra en el parking de bicicletas al lado de la estación (que también se ve en la foto) donde diariamente dejo la mía cuando voy a trabajar.

¡ejem! bonito, ¿no?

Hay que tener buena memoria para encontrar la bici por la noche,
y eso si no vas un poquito contento de sake.

Y después en el tren, pensando donde podía ir, finalmente me decidí por ir al Meiji-jingu, uno de mis lugares favoritos en Tokio, un templo en medio de la ciudad, donde una vez pasado su gran "Torii" (puerta de entrada a los templos sintoístas, que indica la entrada a un lugar sagrado donde habitan los dioses), la ciudad desaparece en un bosque frondoso de maleza y árboles...¡Madre mía! ¡vaya cursilería me ha salido!

Toc, toc...¿Está visible, Kami-sama?

Lo que todos estabais esperando...¡yo!...
¡con la nariz roja!

Y bueno, hay más fotos, pero creo que ya son bastantes. Os dejo con un video del patio principal del recinto del templo, gente trabajando para quitar la nieve, cuervos graznando y nieve, mucha nieve, y así veis la que estaba cayendo, y yo con las manos que no las sentía del frío, pero mereció la pena si os ha gustado.

Me voy a poner cursi de nuevo y le decico esto a todos esos amantes de la nieve, y sobre todo a mi hermano Pablo y aVilma, para que se lo pasen ellos mu bien ahora en la nieve. ¡Besos!

Por cierto, sed un poco salerosos y dejarme alguna entrada...¡qué tristeza de blog!